Truenos, rayos y centellas

Noches de tormenta en Madrid, tormenta severa según definiciones de los hombrecillos del tiempo. Me hubiera gustado poder quedarme a verla entera... seguro que me perdí rayos increíbles, pero tenía que dormir y no pudo ser. Aún así el olor del ozono trajo a mi mente buenos recuerdos. Me encantan los rayos y los truenos, y quizás porque no les tengo miedo puedo disfrutar tanto de ellos. Me encanta esperar desde que el cielo cambia de color hasta que se oye el trueno, me enseñaron a calcular a cuantos kilómetros estaba la tormenta y me gusta averiguar cuando se acerca y cuando se aleja. Y...no hay nada mejor que la calma que sigue a una gran tormenta.