Funciona

Convence más tu inocencia que tu ignorancia, eso está claro. Así que si algún día te apetece echarte un cigarrito en el metro, encieló, aspira profundo y si te encuentras con un guardia de seguridad que te dice que no se puede fumar, hazte el sorprendido, y pregunta:¿ no se puede fumar ?. Los agentes te contestarán que no. Entonces tu dirás que no tenías ni idea. Ellos te dejarán marchar muy tranquilos porque entienden que no tienes porque haberte dado cuenta de que los carteles que lo indican son el triple y el triple de grandes que el año pasado, que han pintado en el suelo el típico cigarrillo rodeado de un circulo rojo con una línea diagonal (que significa que no se puede fumar), que no miras las pantallas electrónicas de los andenes, que no escuchas las noticias y que no haces ni puto caso a los altavoces del metro que llevan más de un més diciendo lo mismo.

Evidentemente cuando se alejen los agentes puedes volver a encendertelo, luego tendrás que decir que tienes mala memoria.
Nota: Basado en un caso real