Para empezar bien el día...

Hoy me han regalado una taza. Si, una taza navideña nada menos. Ahora la tengo delante. Tiene el fondo amarillo, y hay dos osos de peluche muy abrigados (porque está nevando) con gorros, guantes y bufandas de colores. uno está tocando la trompeta y el otro toca algo que parece una guitarra. Son majos.
El caso es que es la primera vez que me regalan una taza, y eso está bien, porque así no tendré que pensar con que taza tomo el desayuno, está más que claro. Mañana la estreno, lo que no sé es aún que desayuno cva a ser digno de un acontecimiento de tal importancia como es el estreno de una taza navideña con dos osos muy abrigados que además son músicos (y parecen buenos).
Creo que un café es algo demasiado vulgar para esta taza, al menos para su estreno, y un colacao es demasido infantil, y está muy claro que una taza con osos abrigados con ropa de colores no es para niños, así que creo que lo que haré será (aprovechando que los sábados en mi casa se hace la compra) coger helado de chocolate, helado de fresa, un vaso de leche, un poco de colacao, azúcar y un toque de canela, pasarlo todo por la batidora, y a la taza.
No me cabe la menor duda de que mañana voy a tomar el mejor desayuno de mi vida.

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión,
una pequeña fortuna…

Groucho Marx