Que no, que no tengo problemas

Puf, se acercan los exámenes y el stress empieza a respirarse hasta en la cafetería de la facultad. Este es el momento más apropiado para ahogarse en un vaso de agua, cuando más fácil es caer en la tentación de recrearse en los propios problemas. Pues ahí estaba yo en la cuerda floja cuando un amigo me comentó que se estab leyendo un libro muy bueno... sobre los campos de concentración nazis. El hombre en busca de sentido. Yo ya me lo he leído, así que se me encendió la bombilla y estuve al momento de acuerdo con él en que tendríamos que buscar un nuevo nombre para lo que andábamos ahora llamando problemas.

Un libro genial. El autor, Vicktor E. Frankl, no busca en ningún momento, como el mismo reconoce, revelar nada nuevo a cerca de los horrores que sufrían los prisioneros; es un psicólogo que pretende responder a " como incidía la vida diaria en un campo de concentración en su mente"

Es ante todo una lección de cómo se VIVE y de lo que es la LIBERTAD.